FIESTA ÍNTIMA:
La fiesta de nuestra señora del Carmen es la fiesta popular de la ciudad de Huancabamba, podríamos llamarla la fiesta religiosa intima del pueblo, y que hasta la actualidad ha trascendido hacía muchos lugares, ya que cada año llegan turistas de todas partes ,en su celebración no queda hogar sin honrar a Maria Santísima del Carmen por lo menos con una SALVE, tierna oración que los huancabambinos exigen sea cantada junto a la puerta principal de sus casas, para la reina y madre vuelva sobre toda la familia sus misericordiosos ojos.
Veamos como se han celebrado y aun se acostumbra celebrarla.
REPICAN LAS CAMPANAS Y REDOBLAN LOS TAMBORES.
Nueve días antes y después del toque del ángelus en las horas vespertinas las campanas de la iglesia matriz echan al vuelo sus electrizantes repiques de campanas con redoblar de tambores:
Ta, ta, tán,
tan tan ta tan tán!
porrom pom pom…
ta, ta, ta, tá, tlin…
…
Tatlinga, tlinga tlinga…
pom pom pom póm…
tatlinga, tlinga tlinga…
porrom pom pom…
¡Emocionante!
¡electrizante!
¡singular repique de las campanas de la iglesia de mi tierra!
¡solo doce días en el año se escuchan!
Para llamar a los fieles en el mes de julio, a la novena, a la misa, la fiesta y procesiones de la Virgen del Carmen, como llaman los fieles con cariño a la Virgencita del Carmelo.
EL ANGELUS:
Taaan… taaan… taaan…
taaan… taaan… taaan…
teeen… teeen… teeen…
tiiin… tiiin… tiiin…
tiiin… tiiin… tiiin…
ten, ten, ten… tin, tin, tin…
Las campanas de la iglesia de mi tierra tocan EL ANGELUS invitando a los fieles a saludar a Maria con tan bella oración
Cuando el sol asoma por el Pariacaca.
cuando el sol esta en el cenit de la ciudad
cuando el sol tramonta por el Guitiligun.
El día dieciséis se celebra una misa a la virgen; al rayar la aurora de éste fecha, día de la fiesta, en el atrio de la iglesia, la banda de músicos toca el albazo, con repiques de campanas, redoble de tambor y bombo y quema de cohetes, anunciando el día de la fiesta intima del pueblo fiesta de la Mmmita del Carmen.
Luego la virgen del Carmen hace su salida de la iglesia San Pedro, donde miles de fieles esperan éste suceso, entre ellos, los danzantes de los diablicos.
En las calles hay gran animación y ajetreo levantando arcos engalanando las veredas con ramas de sauce, plátanos, guirnaldas de flores, cadenas, banderines, se levantan altares y se preparan NUBES por donde ha de pasar triunfal la procesión de la santa imagen en medio del naranjo cubierto de flores y que llaman MONTE CARMELO, que recuerda a los cofrades del monte carmelo de la Palestina en cuya cima vio el profeta Elías, la nubecilla que elevándose del mar sobre la árida Samaria se disolvió en lluvia benéfica. Esta nubecilla ha sido plasmada por la piedad huancabambina en las nubes que levantan todos los años determinados lugares.
LA DANZA DE LOS DIABLICOS
Varios personajes danzan con vestimenta colorida, llena de ornamentos multicolores, una máscara en el rostro con látigo o pañuelo en las manos. La danza de los Diablicos es una danza típica que se realiza durante la festividad de la Virgen del Carmen el mes de julio de cada año, es una de las danzas tradicionales y representativas de la provincia de Huancabamba, cuyo significado es la “lucha entre el bien y mal”. Se compone por más de 20 miembros entre los que destacan: un ángel, un capataz, 15 a 20 diablicos y 02 a más burrofás. Tienen música característica, alegre, emocionante y atrayente.
-El ángel: es un niño vestido de túnica blanca con ceñidor dorado, con capa de raso de seda de color celeste y sobre ella a las espaldas lleva dos alas, su cabellera postiza castaña y enrulada es sostenida con una hermosa diadema dorada sobre la frente, en la mano derecha lleva un espadín, con el cual al bailar simula atacar al capataz, obligándolo a retroceder, baila siempre en un pie marcando el compás de la música, el otro pie lo dobla de la rodilla, alternando siempre uno del otro.
-El capataz: viste túnica de color negro entero, aunque en ocasiones rojo o verde, y es el único que lleva la capa del color del vestido que suele cambiar cada día. El cinturón es más ancho que el de los diablicos. La máscara es disforme, cara humana con grandes bigotes que voltean delante de las orejas; lleva bastón. Baila siempre en el centro, en medio de las filas de diablicos, baila de frente o de retroceso, acosado siempre por el ángel que le amenaza con el espadín, y dobla la rodilla al acercase ante la Virgen del Carmen.
-Los diablicos: El traje de los diablicos está formado por una túnica de varios colores, cuidadosamente bordada y adornada con diferentes aplicaciones y orlada con franjas doradas, llegan hasta las rodillas ajustada al talle con cinturón y hebilla. Llevan rodilleras con cascabeles, medias largas de color, cruzadas con cintas de colores; las mascaras simulan cabezas humanas con trompa y orejas de coche, con cuernos y rematadas en un abanico de plumas de pavo real, adornadas con flores y espejos. Cubriendo la cabeza y cayendo sobre la espalda penden cabelleras y cintas de colores que llegan hasta la cintura. Bailan siempre formando dos filas laterales.
-El burrofá: el traje es blusa celeste o amarilla, y pantalón rojo o azul. La máscara representa una cara humana con trompa de caimán y cubriendo la cabeza una gruesa trenza de cabuya que le llega hasta la pantorrilla, en la mano derecha tiene un látigo para abrir espacio a la danza, haciendo retroceder a las multitudes e imponiendo orden.
Descripción de la danza:
El ángel representando al bien con un espadín en mano espanta y hace retroceder al capataz, representante del mal, quien se desplaza libremente por el centro como queriendo ir contra la Virgen, librando así una lucha entre ambos por ganar la contienda. Alrededor de ambas fuerzas, formando dos columnas laterales danzan los diablicos y burrufas encargados de poner orden con su chicote y brindando así su respaldo al capataz. Este enfrentamiento culmina con la muerte del capataz instantes en que el ángel asesta su cuchillo, triunfando el bien para permitir el ingreso de la santísima Virgen del Carmen a la iglesia San Pedro. Se considera que la danza de los diablicos es un baile colonial, empero las máscaras, los vestidos, los movimientos, se asemejan demasiado a los personajes representados en algunos ceramios de la región norte del país (Moche y Chimú); lo cual nos lleva a creer que los sacerdotes españoles, al tratar de evangelizar a los gentiles, adoptaron las rostros zoomorfos de los “dioses indígenas”, volviéndolos “demonios”, añadiendo la batalla del ángel con el mal, y de este modo introducir mejor en los pobladores indígenas la religión católica dándole así un significado simbólico cristiano a las costumbres paganas.
Ta, ta, tán,
tan tan ta tan tán!
porrom pom pom…
ta, ta, ta, tá, tlin…
…
Tatlinga, tlinga tlinga…
pom pom pom póm…
tatlinga, tlinga tlinga…
porrom pom pom…
¡Emocionante!
¡electrizante!
¡singular repique de las campanas de la iglesia de mi tierra!
¡solo doce días en el año se escuchan!
Para llamar a los fieles en el mes de julio, a la novena, a la misa, la fiesta y procesiones de la Virgen del Carmen, como llaman los fieles con cariño a la Virgencita del Carmelo.
EL ANGELUS:
Taaan… taaan… taaan…
taaan… taaan… taaan…
teeen… teeen… teeen…
tiiin… tiiin… tiiin…
tiiin… tiiin… tiiin…
ten, ten, ten… tin, tin, tin…
Las campanas de la iglesia de mi tierra tocan EL ANGELUS invitando a los fieles a saludar a Maria con tan bella oración
Cuando el sol asoma por el Pariacaca.
cuando el sol esta en el cenit de la ciudad
cuando el sol tramonta por el Guitiligun.
El día dieciséis se celebra una misa a la virgen; al rayar la aurora de éste fecha, día de la fiesta, en el atrio de la iglesia, la banda de músicos toca el albazo, con repiques de campanas, redoble de tambor y bombo y quema de cohetes, anunciando el día de la fiesta intima del pueblo fiesta de la Mmmita del Carmen.
Luego la virgen del Carmen hace su salida de la iglesia San Pedro, donde miles de fieles esperan éste suceso, entre ellos, los danzantes de los diablicos.
En las calles hay gran animación y ajetreo levantando arcos engalanando las veredas con ramas de sauce, plátanos, guirnaldas de flores, cadenas, banderines, se levantan altares y se preparan NUBES por donde ha de pasar triunfal la procesión de la santa imagen en medio del naranjo cubierto de flores y que llaman MONTE CARMELO, que recuerda a los cofrades del monte carmelo de la Palestina en cuya cima vio el profeta Elías, la nubecilla que elevándose del mar sobre la árida Samaria se disolvió en lluvia benéfica. Esta nubecilla ha sido plasmada por la piedad huancabambina en las nubes que levantan todos los años determinados lugares.
LA DANZA DE LOS DIABLICOS
Varios personajes danzan con vestimenta colorida, llena de ornamentos multicolores, una máscara en el rostro con látigo o pañuelo en las manos. La danza de los Diablicos es una danza típica que se realiza durante la festividad de la Virgen del Carmen el mes de julio de cada año, es una de las danzas tradicionales y representativas de la provincia de Huancabamba, cuyo significado es la “lucha entre el bien y mal”. Se compone por más de 20 miembros entre los que destacan: un ángel, un capataz, 15 a 20 diablicos y 02 a más burrofás. Tienen música característica, alegre, emocionante y atrayente.
-El ángel: es un niño vestido de túnica blanca con ceñidor dorado, con capa de raso de seda de color celeste y sobre ella a las espaldas lleva dos alas, su cabellera postiza castaña y enrulada es sostenida con una hermosa diadema dorada sobre la frente, en la mano derecha lleva un espadín, con el cual al bailar simula atacar al capataz, obligándolo a retroceder, baila siempre en un pie marcando el compás de la música, el otro pie lo dobla de la rodilla, alternando siempre uno del otro.
-El capataz: viste túnica de color negro entero, aunque en ocasiones rojo o verde, y es el único que lleva la capa del color del vestido que suele cambiar cada día. El cinturón es más ancho que el de los diablicos. La máscara es disforme, cara humana con grandes bigotes que voltean delante de las orejas; lleva bastón. Baila siempre en el centro, en medio de las filas de diablicos, baila de frente o de retroceso, acosado siempre por el ángel que le amenaza con el espadín, y dobla la rodilla al acercase ante la Virgen del Carmen.
-Los diablicos: El traje de los diablicos está formado por una túnica de varios colores, cuidadosamente bordada y adornada con diferentes aplicaciones y orlada con franjas doradas, llegan hasta las rodillas ajustada al talle con cinturón y hebilla. Llevan rodilleras con cascabeles, medias largas de color, cruzadas con cintas de colores; las mascaras simulan cabezas humanas con trompa y orejas de coche, con cuernos y rematadas en un abanico de plumas de pavo real, adornadas con flores y espejos. Cubriendo la cabeza y cayendo sobre la espalda penden cabelleras y cintas de colores que llegan hasta la cintura. Bailan siempre formando dos filas laterales.
-El burrofá: el traje es blusa celeste o amarilla, y pantalón rojo o azul. La máscara representa una cara humana con trompa de caimán y cubriendo la cabeza una gruesa trenza de cabuya que le llega hasta la pantorrilla, en la mano derecha tiene un látigo para abrir espacio a la danza, haciendo retroceder a las multitudes e imponiendo orden.
Descripción de la danza:
El ángel representando al bien con un espadín en mano espanta y hace retroceder al capataz, representante del mal, quien se desplaza libremente por el centro como queriendo ir contra la Virgen, librando así una lucha entre ambos por ganar la contienda. Alrededor de ambas fuerzas, formando dos columnas laterales danzan los diablicos y burrufas encargados de poner orden con su chicote y brindando así su respaldo al capataz. Este enfrentamiento culmina con la muerte del capataz instantes en que el ángel asesta su cuchillo, triunfando el bien para permitir el ingreso de la santísima Virgen del Carmen a la iglesia San Pedro. Se considera que la danza de los diablicos es un baile colonial, empero las máscaras, los vestidos, los movimientos, se asemejan demasiado a los personajes representados en algunos ceramios de la región norte del país (Moche y Chimú); lo cual nos lleva a creer que los sacerdotes españoles, al tratar de evangelizar a los gentiles, adoptaron las rostros zoomorfos de los “dioses indígenas”, volviéndolos “demonios”, añadiendo la batalla del ángel con el mal, y de este modo introducir mejor en los pobladores indígenas la religión católica dándole así un significado simbólico cristiano a las costumbres paganas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario