lunes, 10 de julio de 2017

LAS DOCTRINAS DE HUANCABAMBA

Cantos tradicionales durante Semana Santa en la ciudad de Huancabamba
Fiscal encargado de dar el tono de cada canto el cual es repetido por su grupo a cargo.

Grupo de Doctrinas
Chinitas que traen retratada la candorosidad de su alma en su límpida frente, en la viveza y tierno mirar de sus alegres ojillos negros y en el carmín de sus mejillas; dividido traen por una raya su lacio cabello, bien asentado y trenzado en dos moños amarrados por pabilos pardos y cintas de colores, collares de chaquiras penden de sus pechos, sobre las cuales cruzan el rebozo (1) y entonando, con aire incaico, el cantar religioso:




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(1) Rebozo.- Especie de chal de color blanco, verde, rosa o morado que llevan terciado a las espaldas y anudan en el pecho y en el cual suelen llevar los hijos, prendas, fiambre u otros menesteres.

“Venid, ¡oh cristianos!
“La cruz adoremos”
“La Cruz ensalcemos”
“Que al mundo salvo”



De las campiñas de las comunidades y al declinar el día, bajan estas chinitas, llamadas Las Doctrinas, chinitas que durante el año todos los domingos asisten a aprender la doctrina, trayendo procesionalmente el calvario o pequeña cruz adornada con palmas benditas y flores silvestres y al mando de un fiscal o fiscaleja para acompañar por la noche la procesión del Santo Sepulcro. Cada caserío forma un grupo de doctrinas y entona un canto diferente











Los fiscales y las doctrinas hacen primero su presentación al Párroco a quien saludan rezando el “bendito y alabado sea el santísimo sacramento del altar y María concebida sin pecado original”…
Cada chinita o alumna cogiendo la mano del sacerdote hace sobre ella una cruz por ambos lados y la besa, algunas le llevan de obsequio el acostumbrado cascaron (1) el párroco a su vez las bendice y les obsequia con medallitas, estampas y les da una propina.
Se reúnen luego todas en la santa iglesia y con el sacerdote rezan el vía crucis. Por la noche, ocupando el centro y delante de la urna asisten a la procesión del santo sepulcro cantando cánticos alusivos a la pasión del Señor.



Estos cantos son versos religiosos que grupos de campesinos cantan con tono doliente y melancòlico al acompañar a la procesión del día "Viernes Doloroso" ; Estos versos son guardados en un cuadernillo especial por el director , fiscal o fiscala del grupo de cada caserío, se refieren a rezos , coplas populares y episodios relacionados con la pasión de Jesucristo; y el grupo los entona alrededor de una cruz adornada con flores y ramos de palma trenzados de manera muy vistosa, mientras el fiscal los guía con el cántico que realiza alumbrándose con velas o actualmente con una linterna.



Estas doctrinas de los campos, existen desde tiempo inmemorial y aún se conservan en esta parroquia con bastante florecimiento (2). No dudo al afirmar que han sido y son aun el gran medio de propagar la fe y la moral entre los indígenas y que estas indiecitas o dotrinas, como dicen los campesinos, con sus cánticos catequísticos, sus rezos fervorosos y su angelical alma son como pararrayos de las iras del cielo.















   

(1) Cascarón.- Los indígenas así llaman siempre a los huevos de las aves.
(2) Lamentablemente se va perdiendo esta hermosa institución con gran detrimento para la fe.


Bibliografia:
-Miguel Justino Ramirez, Acuarelas Huancabambinas
-Ricardo Latorre, Guía Turística de Huancabamba









martes, 4 de julio de 2017

FIESTA DE LA VIRGEN DEL CARMEN EN HUANCABAMBA



FIESTA ÍNTIMA:

La fiesta de nuestra señora del Carmen es la fiesta popular de la ciudad de Huancabamba, podríamos llamarla la fiesta religiosa intima del pueblo, y que hasta la actualidad ha trascendido hacía muchos lugares, ya que cada año llegan turistas de todas partes ,en su celebración no queda hogar sin honrar a Maria Santísima del Carmen por lo menos con una SALVE, tierna oración que los huancabambinos exigen sea cantada junto a la puerta principal de sus casas, para la reina y madre vuelva sobre toda la familia sus misericordiosos ojos.


Veamos como se han celebrado y aun se acostumbra celebrarla.


REPICAN LAS CAMPANAS Y REDOBLAN LOS TAMBORES.




Nueve días antes y después del toque del ángelus en las horas vespertinas las campanas de la iglesia matriz echan al vuelo sus electrizantes repiques de campanas con redoblar de tambores:

Ta, ta, tán,
tan tan ta tan tán!
porrom pom pom…
ta, ta, ta, tá, tlin…

Tatlinga, tlinga tlinga…
pom pom pom póm…
tatlinga, tlinga tlinga…
porrom pom pom…

¡Emocionante!
¡electrizante!
¡singular repique de las campanas de la iglesia de mi tierra!
¡solo doce días en el año se escuchan!

Para llamar a los fieles en el mes de julio, a la novena, a la misa, la fiesta y procesiones de la Virgen del Carmen, como llaman los fieles con cariño a la Virgencita del Carmelo.

EL ANGELUS:
Taaan… taaan… taaan…
taaan… taaan… taaan…
teeen… teeen… teeen…
tiiin… tiiin… tiiin…
tiiin… tiiin… tiiin…
ten, ten, ten… tin, tin, tin…

Las campanas de la iglesia de mi tierra tocan EL ANGELUS invitando a los fieles a saludar a Maria con tan bella oración

Cuando el sol asoma por el Pariacaca.
cuando el sol esta en el cenit de la ciudad
cuando el sol tramonta por el Guitiligun.

El día dieciséis se celebra una misa a la virgen; al rayar la aurora de éste fecha, día de la fiesta, en el atrio de la iglesia, la banda de músicos toca el albazo, con repiques de campanas, redoble de tambor y bombo y quema de cohetes, anunciando el día de la fiesta intima del pueblo fiesta de la Mmmita del Carmen.

Luego la virgen del Carmen hace su salida de la iglesia San Pedro, donde miles de fieles esperan éste suceso, entre ellos, los danzantes de los diablicos.
En las calles hay gran animación y ajetreo levantando arcos engalanando las veredas con ramas de sauce, plátanos, guirnaldas de flores, cadenas, banderines, se levantan altares y se preparan NUBES por donde ha de pasar triunfal la procesión de la santa imagen en medio del naranjo cubierto de flores y que llaman MONTE CARMELO, que recuerda a los cofrades del monte carmelo de la Palestina en cuya cima vio el profeta Elías, la nubecilla que elevándose del mar sobre la árida Samaria se disolvió en lluvia benéfica. Esta nubecilla ha sido plasmada por la piedad huancabambina en las nubes que levantan todos los años determinados lugares.


LA DANZA DE LOS DIABLICOS 



Varios personajes danzan con vestimenta colorida, llena de ornamentos multicolores, una máscara en el rostro con látigo o pañuelo en las manos. La danza de los Diablicos es una danza típica que se realiza durante la festividad de la Virgen del Carmen el mes de julio de cada año, es una de las danzas tradicionales y representativas de la provincia de Huancabamba, cuyo significado es la “lucha entre el bien y mal”. Se compone por más de 20 miembros entre los que destacan: un ángel, un capataz, 15 a 20 diablicos y 02 a más burrofás. Tienen música característica, alegre, emocionante y atrayente.


-El ángel: es un niño vestido de túnica blanca con ceñidor dorado, con capa de raso de seda de color celeste y sobre ella a las espaldas lleva dos alas, su cabellera postiza castaña y enrulada es sostenida con una hermosa diadema dorada sobre la frente, en la mano derecha lleva un espadín, con el cual al bailar simula atacar al capataz, obligándolo a retroceder, baila siempre en un pie marcando el compás de la música, el otro pie lo dobla de la rodilla, alternando siempre uno del otro.




-El capataz: viste túnica de color negro entero, aunque en ocasiones rojo o verde, y es el único que lleva la capa del color del vestido que suele cambiar cada día. El cinturón es más ancho que el de los diablicos. La máscara es disforme, cara humana con grandes bigotes que voltean delante de las orejas; lleva bastón. Baila siempre en el centro, en medio de las filas de diablicos, baila de frente o de retroceso, acosado siempre por el ángel que le amenaza con el espadín, y dobla la rodilla al acercase ante la Virgen del Carmen.




-Los diablicos: El traje de los diablicos está formado por una túnica de varios colores, cuidadosamente bordada y adornada con diferentes aplicaciones y orlada con franjas doradas, llegan hasta las rodillas ajustada al talle con cinturón y hebilla. Llevan rodilleras con cascabeles, medias largas de color, cruzadas con cintas de colores; las mascaras simulan cabezas humanas con trompa y orejas de coche, con cuernos y rematadas en un abanico de plumas de pavo real, adornadas con flores y espejos. Cubriendo la cabeza y cayendo sobre la espalda penden cabelleras y cintas de colores que llegan hasta la cintura. Bailan siempre formando dos filas laterales.








-El burrofá: el traje es blusa celeste o amarilla, y pantalón rojo o azul. La máscara representa una cara humana con trompa de caimán y cubriendo la cabeza una gruesa trenza de cabuya que le llega hasta la pantorrilla, en la mano derecha tiene un látigo para abrir espacio a la danza, haciendo retroceder a las multitudes e imponiendo orden.








Descripción de la danza:

El ángel representando al bien con un espadín en mano espanta y hace retroceder al capataz, representante del mal, quien se desplaza libremente por el centro como queriendo ir contra la Virgen, librando así una lucha entre ambos por ganar la contienda. Alrededor de ambas fuerzas, formando dos columnas laterales danzan los diablicos y burrufas encargados de poner orden con su chicote y brindando así su respaldo al capataz. Este enfrentamiento culmina con la muerte del capataz instantes en que el ángel asesta su cuchillo, triunfando el bien para permitir el ingreso de la santísima Virgen del Carmen a la iglesia San Pedro. Se considera que la danza de los diablicos es un baile colonial, empero las máscaras, los vestidos, los movimientos, se asemejan demasiado a los personajes representados en algunos ceramios de la región norte del país (Moche y Chimú); lo cual nos lleva a creer que los sacerdotes españoles, al tratar de evangelizar a los gentiles, adoptaron las rostros zoomorfos de los “dioses indígenas”, volviéndolos “demonios”, añadiendo la batalla del ángel con el mal, y de este modo introducir mejor en los pobladores indígenas la religión católica dándole así un significado simbólico cristiano a las costumbres paganas.






























































TELARES Y TEJIDOS DE MI TIERRA


Las mujeres de Sondorillo o las también llamadas chinas se dedican principalmente a la confección de telas de lana o de algodón, con hilos hilados por ellas mismas y confeccionan vestidos, alforjas, mantas de cama que llaman puruñas, jergas y ponchos, todas estas prendas se tejen en cantidades que solo alcanzan para las necesidades de su propia familia.





Estas telas se tejen mediante el simple cruzamiento de los hilos del parado y el cruce alternativo de la trama; los telares son especiales, en ellos se tejen las telas de lana.

Como ilustración, agregaremos la manera de hilar y tejer los ponchos, alforjas, fajas y otros.

Escarmenado el algodón o la lana se enrolla y amarra en el extremo de una varilla de madera de aproximadamente un metro de largo que termina en una pequeña horqueta, llamada jerguir y que las chinas aseguran en la faja y presionan al pecho con el brazo izquierdo, a este copo se le da el nombre de Guango, no había china que no sepa hilar, así este en su casa o caminando, por donde viajan le acompañaba el guango.






Con los dedos pulgar e índice y ayudados por el del corazón la china comienza a hilar, tirando el algodón para formar el hilo que tuerce con las vueltas que da con el huso, llamado shucsho, que imprimen con el pulgar y dedo corazón de la mano derecha, y que se va enrollando en el huso, luego este hilo o bien se ovilla, o se hacen madejas para teñir en el madejero, que es una caña de carrizo que tiene atravesado a cierta distancia un pedazo de madera en forma de cruz .





Para URDIR que no es otra cosa que preparar el parado para tejer, y que constituye en un cayo o un paño de poncho o una alforja, se clavan en tierra, en sitio plano y barrido, 5 ó 7 estacas, según el largo de paño que se va a tejer, a estas estacas de 40 a 80 centímetros de largo por 3 a 4 de diámetro se denominan tacarpos.


Se comienza amarrando un cordón en las estacas que forman las cabeceras de parado y estos cordoncitos formados por el amarre se denominan chiches, luego se teje, cuando ya se tiene el ancho necesario, el cruce formado entre las estacas, se conserva pasándoles un hilo y se amarra, que constituye el cruce.



Los materiales usados en el tejido que hemos podido conocer son los siguientes:

El parado se amarra por el lado de los chiches a los cungaipos; se sujeta al gancho de un árbol o se amarra a un pilar o poste a la altura de uno o dos metros; el otro cungaipos se engancha a los ojales en que remata los extremos de la paricuna, en el momento de tejer.



CUNGAIPO: otros dicen cungalpo, son dos tiras de tabla resistente, de seis centímetros de ancho, llevan en los extremos una ranura en forma de U; en el gancho inferior de esta ranura se aseguran los chiches mediante una cushca o cordel que se envuelve a lo largo de cungaipos, en el otro gancho mediante una soga se asegura al poste o pilar, mientras que en el otro cungalpo la china tejedora asegura la paricuna y le sirve para tesar el tejido.

CHICHE: es el cordón que se coloca en los tacarpos, que sirven de cabezales del parado y sirve para amarrar los hilos del parado.

PARADO: es el urdido listo para tejer, suelen llamarlo también cayo.





























PEINE: es de madera, se utiliza al finalizar el tejido remplazando a la cayua.

CAYUA: es una tira de madera fuerte y pesada de 10 a 12 centímetros de ancho por 70 a 90 de largo; por el lado que termina en punta es gruesa, y fina por el otro lado, tiene la forma de machete, sirve para ajustar y enderezar la trama. Para rematar el tejido usan otras más pequeñas y delgadas llamadas chanitas.

ANCHANA: es una vara larga delgada que al finalizar de tejer sustituye a la margana y a la Yagua.

JUCLAQUE: es una vara redonda, o bien una caña de carrizo de tres a cuatro centímetros de diámetro que se coloca sobre la margana y sirve para formar la sombra del segundo cruce.

IYAGUA: es un cordón grueso en el cual se amarra por medio del otro cordón delgado cada uno de los hilos del parado y que al levantarlo con la ayuda del juclaque forman el segundo cruce o sombra.

MARGANA: es la vara delgada que sirve para asegurar y levantar la Yagua.

TRAMA: es el hilo que va llenando el tejido y que se va pasando de un lado a otro, después de bajar la cayua.

TRAMERO: es una vara fina y resistente de 70 centímetros en que va envuelta la trama.

JUTUPE: cuando está por terminar el tejido, se comienza a tejer por la otra cabecera del parado y faltando 20 centímetro más o menos entre las dos partes tejidas, pasan la trama sin ajustarla, con los dedos índice y pulgar cogen los hilos del parado y con el dedo corazón cruzan la trama entre medio de cada uno de estos hilos dejándola floja y llamándolo lo que llaman JUTUPE, luego lo van tesando cuando quitan la margana y la yagua para sustituirla con la anchana.

TINGA: varita resistente que se coloca por debajo de la parte tejida, impide que se recoja o arrugue, manteniéndola templada y conservando el mismo ancho.

TIPINA: pequeña estaca, a manera de clavo, con la cual se asegura el tejido en los extremos de la tinga; también emplean para cortar los hilos.

PARICUNA: faja de cabuya o hilo, de 10 centímetros de ancho que sostiene el cungaipos inferior por los extremos, y que la tejedora cruza por la cintura y le sirve para templar en comodidad suya el parado o telar.

SOMBRA: es el cruce que forman los hilos del parado y que se formó al urdir entre los tacarpos, y que se conserva amarrando un hilo llamado AS.



¿CÓMO SE TEJE? 

Hecho el urdido y asegurada la sombra o cruce con el as o cordoncillo, se amarran los chiches o cabeceras del parado, los cungaipos, los cuales el uno se asegura de un horcón o de un árbol y el otro de la paricuna que la tejedora tase cómodamente, se amarra la yagua en la parte inferior del urdido, y esta se asegura de la margana, se coloca el juclaque. Se comienza a pasar el tramero por el medio del parado, tesando suavemente la trama, se introduce la cayua y se dan con esta de arriba hacia abajo 2 golpes para emparejar la trama, queda allí todavilla la cayua, y la tejedora entreabriendo los dedos de las manos a modo de peine, da golpes a lo ancho del parado como quien toca piano sobre los hilos del tejido debajo de la yagua y baja de este modo la sombra o el primer cruce, saca la cayua y por encima de la sombra vuelve a introducirla para bajar el cruce dándole como antes dos ò tres golpes con la cayua; coge de nuevo el tramero y lo pasa al otro lado, tese la trama y vuelve a golpear con la cayua para emparejar y apretar el tejido; saca esta y colocándola por encima del parado y sobre el juclaque, afloja el tejido la tejedora levantándose un poco y alzando la margana le imprime movimientos semicirculares a la cayua por encima del juclaque para formar el segundo cruce y como se ha dicho la tejedora sigue pasando el tramero y emparejando la trama con la cayua, y bajando los cruces, así hasta el fin en que se hace el jutupe; las últimas hebras se pasan con una aguja gruesa.