La samaritana fue cincelada en
el año 1944 por el artista huancabambino Félix Vicente Jibaja Carnero, motivado
e inspirado en su Esposa Carlota Armandina Alberca Castillo, bella dama de la
época de ojos achinados y bella silueta a quien juró inmortalizarla.
Actualmente la efigie de la Samaritana se ha convertido en símbolo de hospitalidad de los Huancabambinos, algunos ancianos de nuestra ciudad aseguran que no es la estatua original y que fue reemplazada en la década de los 80, tras la pérdida de esta y posterior recuperación.